El hecho de ser seres humanos y estamos creados a imagen y semejanza de Dios (respetando las creencias religiosas de todos) no implica ser perfectos y mucho menos obtener una plena confianza sobre las demás cosas o personas, esto se debe trabajar a lo largo de los años y a la par de nuestra personalidad pero dentro del mundo de la aviacion, como piloto o cualquier persona que obtenga una licencia aeronautica y ejerza cualquier oficio dentro de los privilegios de dicha licencia, estamos vulnerables en caer en la famosa COMPLACENCIA... Como fiel lector de los articulos de SALVADOR TOMÁS RUBIO, Piloto Español y Psicólogo aeronáutico; en un evento celebrado en Quito, Don salvador intervino con este famoso tema de la complacencia, la cual se refirio como "el que ha sido y es motivo directo o indirecto de incidentes y accidentes aéreos, y me temo que en alguna medida seguirá siéndolo."
Ese “enemigo de rostro amable” como lo dice en su intervención, que nos espera agazapado para sorprendernos en el momento menos esperado. Algo que puede llevarnos a conductas inadecuadas camuflado bajo el manto del atractivo de lo que agrada o se aprueba. Mientras nuestros sentidos andan perdidos en un “Dolce far niente”.
Aunque veamos que tenemos el mas completo departamento de mantenimiento de aviones, los mejores instrucctores, los mejores pilotos (que para mi no hay mejores sino... los pilotos viejos y los que mueren) no dejemos de revisar minusiosamente nuestro avion, hagamos un walk around a conciencia.. no miremos solamente una varilla actuadora que este en su posicion... veamos que no este fisurada... agachemonos y veamos el tren de aterrizaje, veamos pernos, remaches.. y muchas cosas más que puedan ayudarnos a detectar los problemas a tiempo. Es nuestra seguridad y la de nuestros aviones, de ello depende nuestra reputacion como pilotos y entra en juego nuestra calidad de preparación como tales.
